domingo, 26 de abril de 2009

Las transnacionales en el Perú

La presencia de las transnacionales en el Perú es de larga data. Sin embargo, es en años recientes que han adquirido una nueva trascendencia. En esta entrevista que el Prof. Jürgen Schuldt de la Universidad del Pacífico me concedió en julio de 2008 para la elaboración de un artículo en la revista Business hablamos al respecto.

¿Desde cuándo se puede percibir la presencia de las transnacionales en el país?
La primera gran ola de penetración del gran capital extranjero a la economía peruana se dio entre 1900 y 1930, básicamente de origen norteamericano, si descontamos la Peruvian Corporation. Se concentró entonces en petróleo (Standard Oil de Nueva Jersey en 1919) y en la minería, con Cerro de Pasco a comienzos de siglo (que adquiere Backus y Johnston en 1919), Anaconda en Cerro Verde (desde 1916) y Northern Peru Mining en la Libertad. También la agroexportación y la banca adquieren notoriedad, especialmente las de origen alemán e italiano. Antes de este periodo las empresas extranjeras se ocupaban principalmente de actividades comerciales, las que estaban en manos de ingleses, aunque estaban básicamente dirigidas a actividades mercantil-comerciales.


¿Son los años 90 un periodo en donde más empresas extranjeras ingresaron?
Cuando se da el periodo de sustitución de importaciones ya se da una segunda ola de inversión foránea, como por ejemplo, las ensambladoras de automóviles, la industria de alimentos, las empresas eléctricas (Suiza) y el banco más importante de entonces (Chase). Durante el gobierno de Velazco hay una radical reducción del capital extranjero, que sencillamente ya no venía o se nacionalizó. Por lo que, en efecto, es sólo a partir de la década pasada que se procesa una tercera invasión –la más importante- de inversión extranjera directa al país, básicamente como consecuencia de las privatizaciones y las nuevas reglas de juego liberales impuestas por el gobierno de Fujimori.

¿Cuáles considera que han sido las empresas transnacionales más importantes que han ingresado a nuestro territorio y a qué sectores?
Los sectores en que el gran capital extranjero tiene mayor impacto hoy en día ya no solo se encuentran –como antaño- en la primario-exportación, sino que se han diversificado a los más diversos sectores productivos y financieros, evidentemente los más dinámicos y rentables. En primer lugar, el minero, al que aparte de Southern Peru Copper Corporation (ahora en manos mexicanas) se han unido dos suizas (Glencore y XSTRATA) y una norteamericana (Barrick). Los españoles son los que más han crecido, con su presencia en varios campos (Repsol, Telefónica, BBVA, Fierro y Endesa, con los italianos). Los holandeses están representados por Suez y Unilever; los colombianos por ISA; los chilenos por Falabella y Ripley; los norteamericanos por Citibank y Procter&Gamble; los canadienses por Scotiabank; los japoneses por Mitsui; y un grupo belga-brasileño por Ambev. Todas esas empresas son parte de los cincuenta grupos económicos del país que mayores ventas realizaron el año 2006 (por 33,330 millones de dólares), 23 de las cuales son extranjeras.

¿Cuál es el aporte de una empresa de este tipo para la economía local?
Sin duda han contribuido a modernizar y dinamizar la economía en varios sectores, especialmente en el de servicios, tales como telefonía y banca. De otra parte, son importantes generadores de divisas, si tenemos en cuenta los datos del año pasado, considerando solo las principales ocho empresas extranjeras, las que exportaron un 28% del total de nuestras exportaciones que ascendieron a 28 mil millones de dólares: Southern (3,010 millones), Barrick (1,135 millones), Pluspetrol (1,032 millones), Glencore (754 millones), Repsol (686 millones), Trafigura (610 millones), Xstrata (509 millones) y Hochschild (130 millones). También han comenzado a generar ciertos encadenamientos hacia atrás y, sobre todo, han contribuido importantemente a incrementar la presión tributaria del país.

¿Algún aspecto negativo?
De hecho, obviamente es cada vez mayor el monto de utilidades que generan y remiten al extranjero: el año pasado las utilidades y dividendos remesados al exterior (incluidas las ganancias no distribuidas) de las empresas extranjeras ascendieron a 7,865 millones de dólares, tendencia que viene ejerciendo una presión creciente sobre la balanza de pagos (este año llegarían a 10 mil millones de dólares, si tenemos en cuenta que el primer trimestre las ganancias alcanzaron los 2,394 millones millones de dólares). Además, en la medida en que se trata de oligopolios sus efectos sobre la competencia y la competitividad no necesariamente serán positivos. Todo lo contrario: tenderán a una mayor concentración de capitales y de la riqueza en unos pocos grupos económicos, los que naturalmente están en condiciones de ejercer presiones políticas contundentes sobre nuestro gobierno.

¿Representan una amenaza para las empresas locales?
Si observamos la cantidad de importantes empresas que han sido adquiridas por capitales foráneos en los últimos años, sin duda son una amenaza. Si a ello le añadimos el hecho que le vienen quitando clientela a productores, comerciantes y empresas financieras locales (especialmente a las PYMES), también lo son y ese es efectivamente el caso. Baste pensar en las boticas, los cines y, especialmente, en Falabella y Ripley, que recientemente se han convertido en bancos y que el año pasado importaron mercaderías por 109 millones de dólares y 86 millones de dólares, respectivamente.

Foto: Stock.xchng (Kikashi)

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